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Betelu

GEOGRAFIA:

Betelu es un municipio navarro cercano a la frontera noroeste con Gipuzkoa. Limita al Oeste y al Norte con Araitz, al Este con Larraun y al Sur con el monte Aralar. El río Araxes atraviesa el territorio y la villa en sí formando un estrecho valle. Pueden distinguirse en este valle las dos unidades geomorfológicas que se diferencian en el valle de Araitz: las Malloas y el sinclinorio Araitz-Ultzama. Son estas dos peculiaridades las que definen su paisaje que se asienta sobre sedimentos margosos del cretácico y sobre calizas urgonianas.

NATURALEZA:

La vegetación en las zonas de altitud de 1.000 metros la constituyen hayedos y pastos de montaña y en las zonas bajas, entorno a los 240-600 metros la variedad es mucho mayor, combinándose prados, helechales, robledales, castañales, avellanos, fresnos y encinas. Destaca por su singularidad el encinar de Zigadi-Beroate, enclave natural mediterráneo en plena cornisa cantábrica en el desfiladero escavado por el río Araxes.

Fauna rica y variada destacando las truchas del Araxes, ranas, jabalí, corzo, liebre y sin fin de especies de pájaros entre los que destaca el buitre que anida en las Malloas, el alimoche que habita también en este valle y otros más como el txantxangorri, el mirlo acuático, el martín pescador, etc.

El clima es oceánico con influencias del cantábrico y en consecuencia suave, con lluvias abundantes y regulares. La temperatura media anual es de 8-12 ºC.

HISTORIA:

Año 1820: Un lugar de Señorío realengo era lo que constituía Betelu. En 1507 los Reyes de Navarra Juan III de Labrit y Catalina, concedieron la hidalguía a los vecinos de Betelu, hidalguía que se mantuvo tras la conquista de Navarra por los Reyes CatóliHistoria-1cos de Castilla. En 1694 Betelu se independizó administrativamente del valle de Araitz gracias al pago de 500 ducados al erario de Castilla.

Elementos de interés guarda la historia de esta villa de Betelu, por ejemplo se cuñaron las últimas monedas emitidas por el Reyno de Navarra en 1833. Se trata de la tresena de Betelu. Es de mencionar también que el reloj que marcó la vida de los pamploneses desde la fachada de su Ayuntamiento entre 1849 y 1990 llevaba la firma de un ilustre relojero de Betelu: Juan Manuel Yeregui.

El balneario que funcionó entre 1818 y 1965 con la estrecha relación que Betelu ha tenido históricamente con el agua, llegó a ser uno de los balnearios más afortunados de la época, frecuentado por importantes personajes de la política, el arte y la nobleza. Hoy día se continúa con la comercialización apostando por la recuperación de la actividad termal.

El agua movió también históricamente diversas actividades artesanales, además de la ya mencionada fábrica de monedas, cabe destacar, la ferrería, fábrica de lino, fábrica de chocolate y serrerías, molinos, etc, y más tarde con mini centrales eléctricas.

CURIOSIDADES:

Balneario de Betelu:

¿Quién no recuerda el antiguo balneario? Durante los cerca de 150 años en que Betelu fue una villa termal, fue el lugar ideal de descanso y recuperación para muchas personas que venían a tomar sus aguas curativas, atraídos por la belleza natural del entorno y la excelente cualidad terapéutica de sus aguas termales.

Este establecimiento estaba en la parte sur de la villa, en la margen izquierda del río Araxes, donde en la actualidad se ubica la fábrica de aguas.

Los manantiales del Balneario eran tres: Iturri Santu, con un agua sulfurosa sódica nitrogenada; Dama Iturri, con agua clorurado sódica, bicarbonatada litínica y el último era la fuente de Carmelo de agua clorurado sódica.

Estos manantiales surgen a favor de unas fracturas que afectan a las calizas arrecifales masivas del Cretácico inferior, a las calizas del Jurásico y a los yesos de Keuper.

El balneario constaba de 200 habitaciones y los propietarios reservaban una de ellas, la mejor de todas, por supuesto, para la visita que durante los veranos hacía el rey Alfonso XII.

Las aguas de estos manantiales se explotan hoy en día industrialmente para aguas de mesa.

La ferrería de Betelu:

La ferrería de Betelu, fue constituida por tres socios en 1828, en plena época de decadencia del sector. Bitxikeriak-2Juan Antonio Zabala, Cristobal Lazcano y Pedro Antonio Ochotorena impulsaron un
conjunto industrial en el que instalaron una ferrería mayor destinada a labrar hierro y un martinete de cobre para el acuñado de la tresena, última moneda Navarra equivalente a tres maravedís. La tresena de Betelu se acuño en este martinete hasta el año 1833.

ARTE:
imagen-puerta

Iglesia de San Pedro apóstol: Edificio de una nave, realizado en piedra. El acceso a su interior se realiza por el lado de la epístola a través de una bella portada en estilo gótico tardío. imagenEn su interior, ofrece en la capilla mayor la figura de San Pedro, como pontífice, sedente en trono, flanqueada por la Virgen de los Dolores y San Antonio de Padua.

Ermita románica Irulegui, del Siglo XII. En ella se venera la imagen gótica de Nuestra Señora del Sagrario. Tiene una bóveda de cañón con arco de medio punto en la cabecera.

Ermita de Santa Cruz, del Siglo XVI.

Casa Torre Apeztegizaharra, del siglo XIII. Se utilizaba de defensa ante ataques castellanos.

casaCasa Indianoetxea, del año 1736, tiene un claustro de piedra y hoy en día en él está ubicado el ayuntamiento y se utiliza para diversos servicios municipales.

PERSONAJES ILUSTRES:

Blas Alexandre de Lezaeta (1597-1647):

Nacido en la casa Albirena de Betelu. Fue Prior de Roncesvalles en 1647 y obispo electo de Pamplona por las cortes de Navarra y falleció en Zaragoza el mismo año de su nombramiento.

Pedro de Lezaeta y Zabala:

Hermano de Blas Alexandre de Lezaeta. Éste fue capitán en los Estados de Flandes y virrey de Perú.

Los Juanagorri:

El apellido de esta familia es Igerabide, pero eran más conocidos como Juanagorri. Domingo Igerabide fue el dueño de la casa Juanagorri. Este falleció en el año 1915, pero había dejado marca en el pueblo ya que en sus tiempos había sido un «korrikalari», «segalari» y «petrikillo» excelente. Domingo fue un hombre apostador, pero no solo para las carreras, sino que siempre tenía algún animal preparado en el caserío para apostar con él.

Este beteluarra tuvo una familia fabulosa. Aunque algunos hijos se le murieron siendo niños, otros siguieron los pasos del padre incluso llegando a su nivel.

El hijo mayor de Domingo, Martin Miguel, después de ser uno de los mejores aizkolaris y korrikaris de su época, partió hacia las Américas. Juan Ignacio fue el segundo hijo. Este también fue korrikalari, pero se hizo más conocido como bertsolari. El tercer hijo de Domingo, Santiago, también fue bertsolari y korrikalari, pero en realidad fue como petrikillo donde sacó sus dones, haciendo curaciones asombrosas. El cuarto hijo, Fermín, fue también bertsolari, y antes de emigrar a América nos demostró que también era korrikalari.

El último Juanagorri de Betelu, fue Antonio Igerabide Iriarte. Después de haber estado cuatro veces en Argentina, escapándose del servicio militar se marchó a Francia. Muchas visitas hacía a su pueblo natal de Betelu y en una de esas visitas fue arrestado y lo enviaron a Africa para tres años.

Hoy en día, no queda descendientes de los Juanagorri en Betelu, ya que un hijo de Inazio Igerabide vendió el caserío estando en Argentina.

Los Yeregitarras:

Los Yeregitarras fueron nacidos en Leiza, pero a finales del siglo XVIII fue cuando llegaron a Betelu.

El primer herrero y relojero de esta familia se llamaba Francisco Yeregui Zabaleta. Francisco nació en Leiza en el año 1760 y a pesar de ser carpintero en un principio, luego se pasó a la industria del hierro. Después de estudiar durante dos años, el primer reloj que fabricó fue para la iglesia de Betelu en 1796. Fue entonces cuando se asentó en la casa «Etxetxo» de Betelu con su familia.

El segundo reloj que construyó Francisco, lo hizo para Burlada en el año 1821. Su hijo, Juan Manuel, nació en Leiza en 1795 y fue quien siguió los pasos de su padre.

Entre los relojes que fabricó Juan Manuel, el de la Iglesia de San Lorenzo de Pamplona, el que fabricó para el Ayuntamiento de Pamplona en el 1849 y el de Arantzazu fueron los más importantes.

El hijo de Juan Manuel, Juan José Yeregui fue el siguiente relojero de esta familia. Nació en Betelu en el año 1819 y falleció también en Betelu en el 1887.

El heredero de Juan José, Bonifacio, fue la cuarta generación de la familia. Nación en el 1850 y falleció en el 1911. Siguiendo la costumbre, Bonifacio también fabricó relojes, como por ejemplo para Marcilla, Saldías, Gaintza (de Navarra), Villanueva, etc.

En el año 1844 nació el hijo de Bonifacio, Andrés. Este fue el último relojero, ya que su hijo tomó otro camino.

De entre los relojes construidos por Andrés, son de mencionar los de Izurdiaga, Igoa y Latasa, este último lo terminó en el 1914.

Los Txakarro:

Francisco Estanga Perez nació en Betelu el 13 de mayo de 1894. Era más conocido como Txakarro.

Desde muy pequeño se dio cuenta de que tenía una habilidad especial en sus manos, ya que podía curar todo aquel mal de huesos. Conocía todos los huesos perfectamente sin haber tenido ningún tipo de estudio.

Aprovechándose de esa ocasión mucha gente acudía a sus manos para poder curar roturas, esguinces, etc. Así y de boca en boca es como se hizo famoso y cada vez acudía más gente al pueblo preguntando donde vivía el «petrikillo» (se le llama así al curandero de fracturas de hueso) para poder pasar por sus manos.

Normalmente atendía en su casa, pero una vez a la semana solía ir a un bar de Tolosa llamado Zeru-Txiki para allí también poder atender a gente y que luego se trasladó con sus milagrosas manos y sus famosos «40 días de reposo», al bar Zumeta en Tolosa también.

Por su consulta del bar pasaron deportistas famosos hasta gente más humilde. En caso de urgencia te traían primero a donde él a Betelu para que aquí te atendiera. Numerosos médicos recurrieron a sus servicios o quisieron ver los métodos de trabajo de aquel personaje tan afamado.

Como anécdota decir, que, alguno, quizá celoso de su fama, lo denunció y desde el mismo bar, la Guardia civil se lo llevó detenido, aunque a las dos horas ya estaba en la calle.

Txakarro se casó con Martina Olarra y tuvieron 11 hijos. Uno de ellos, Jesús, nacido el 14 de octubre de 1940 y fue quien siguió con el don que había heredado de su padre, ya que éste también tenía las manos «poderosas». Jesús también solía acudir al bar de Zumeta de Tolosa una vez por semana.

El hijo de Txakarro, que a éste también lo apodaron así, se casó con Beatriz Otamendi y tuvieron 4 hijos. Uno de ellos, Iosu, estudió fisioterapeuta y hoy en día es quien sigue con la herencia familiar teniendo su propia consulta en el pueblo.

Jesús Estanga murió el 14 de diciembre del 2001.

Pelotari Josetxo Lasa «Brazo de hierro»:

Martin José Sotil, más conocido como Josetxo Lasa nació en Betelu en el año 1896.

Josetxo jugaba a pelota mano, era zurdo y a pesar de que su técnica no era envidiable, ya que basaba todo su juego en la fuerza y que nunca pudo hacer frente a los mejores especialistas guipuzcoanos y vizcaínos, Lasa se convirtió durante casi veinte años en el mejor manista navarro. Su diferencia con los demás pelotaris era tal que tenía que hacerlo ante dúos o con una sola mano, y no era frecuente que saliera derrotado.

Cuando su fama empezó a expandirse pronto tuvo oportunidad de jugar en otros frontones de mayor importancia. Barcelona, Zaragoza, Bilbao y las distintas canchas guipuzcoanas le reclamaban.

Lasa murió en el año 1964 después de haber ofrecido un gran espectáculo en todos aquellos frontones donde acudió.